Cultura ancestral para salvar el agua del Lago Titicaca

Lago Titicaca. Departamentos de La Paz, Oruro y Puno, Bolivia y Perú

Con la colaboración de

Educo

2011

Potenciamos la recuperación de las técnicas de las culturas tradicionales de las poblaciones indígenas Aymara y Uru para el uso del agua y concienciamos a las instituciones para el desarrollo de infraestructuras de saneamiento y control de los vertidos en el lago.

Objetivos

  • Recuperar la cultura tradicional, introduciendo en las escuelas el currículo intercultural Aymara y Uru.
  • Cese de los vertidos contaminantes en el lago.

Beneficiarios

7.924 directos

Imagen del proyecto

Sobre el terreno

En las islas flotantes del lago Titicaca, elaboradas con hoja de totora, donde viven los Uru, se consume agua directamente del lago sin los controles potabilizadores necesarios. Las comunidades han perdido las técnicas ancestrales para el uso del agua.

Los vertidos incontrolados en el lago Titicaca, la extrema pobreza y la escasez de lluvias amenazan a la población Aymara y Uru. Estos últimos viven en islas flotantes de totora y consumen directamente el agua del lago sin ningún tipo de control sanitario. Para paliar a esta situación, es urgente la integración en las escuelas del estudio de la cultura tradicional de las poblaciones indígenas Aymara y Uru para recuperar el uso de técnicas ancestrales para el uso del agua y concienciar a las instituciones para el desarrollo de infraestructuras de saneamiento y control de los vertidos.

El Lago Titicaca, de 8.562 km2 de extensión (dos veces y media la extensión de la isla de Mallorca), comprende parte del territorio de Bolivia y Perú (departamentos de La Paz, Oruro y Puno). La región se encuentra en la zona del altiplano, situada entre los 3.800 y casi 5.000 metros sobre el nivel del mar. La superficie del lago Titicaca se encuentra a 3.810 metros sobre el nivel del mar de promedio, lo que lo convierte en el lago navegable más alto del mundo.

Contaminación, cambio climático y ausencia de control sanitario

En esta región de clima muy duro se ha producido un doble problema que ha afectado directamente al lago Titicaca: contaminación y descenso del volumen del agua.
El aumento de la contaminación ha sido debido a los vertidos de aguas residuales generadas por las actividades mineras y metalúrgicas y por los pobladores de la zona. El descenso en el volumen del agua del lago ha sido causado por baja pluviosidad ocasionada por el cambio climático. El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología de Puno informó el pasado junio de 2010 que el lago registró el descenso de su cota más bajo de los últimos 10 años en noviembre de 2009, cuando llegó a 1,60 metros por debajo de sus valores normales. Actualmente, presenta un déficit medio de 1,35 metros.

Además la zona se caracteriza por su situación de pobreza: el promedio de ingreso anual es de 150 euros por familia. Un 80% de la población carece de servicios básicos de agua, electricidad y servicios de salud, satisfaciendo estas necesidades a través de pozos caseros, mecheros con queroseno, letrinas y prácticas de medicina tradicional.

Salvar el hábitat de las islas flotantes

En las islas flotantes del lago Titicaca elaboradas con hoja de totora donde viven los Uru, se consume agua directamente del lago sin los controles potabilizadores necesarios. Por otra parte, la pesca en el lago es una de los principales fuentes de subsistencia de los Uru y ésta ha menguado últimamente a causa de la contaminación.

Foto Titicaca 2

En detalle

En este proyecto se pone de manifiesto la importancia de la recuperación de las tradiciones culturales para corregir la alteración del ciclo natural del agua y proporcionar soluciones ecológicas y sostenibles.

Para paliar a esta situación, Educo trabaja en la inclusión en las escuelas de la zona de los currículos interculturales de Aymaras y Urus para que estas comunidades se sensibilicen sobre la importancia del daño que los vertidos causan en el agua del lago. Paralelamente, la ONG trabaja a nivel de las instituciones políticas para que desarrollen sistemas de agua potable y alcantarillas que detengan los vertidos incontrolados.

La sostenibilidad ambiental es un valor genuinamente Aymara y Uru que ESF quiere incorporar en la enseñanza local. En la cultura indígena, la naturaleza es un elemento esencial entorno al cual gira la vida socioeconómica de los pueblos, es una fuente de sustento y no tanto un objeto de explotación. Por tanto, dentro del provecho que se saca del agua, existe la determinación de que también se debe proteger para que su beneficio sea duradero.

La recuperación de los sistemas ancestrales y su mejora

Las acciones fortalecen los sistemas ancestrales de cultivo, incorporando aspectos innovadores que permiten mejorar la calidad de vida de los pueblos, pero asegurando la sostenibilidad de su alimentación gracias a medidas ecológicas. Así que las formaciones contemplan posibles fuentes de protección del lago de la alta contaminación, captación de agua por medio de las técnicas tradicionales y sensibilizan en el uso racional del agua tanto para el consumo familiar como para la producción agrícola.

Si no se protege el saber ancestral de las comunidades indígenas, la juventud no podrá perpetuar estos conocimientos milenarios que forman parte de la identidad de la zona. Uno de los principios de educo es que la viabilidad de la sostenibilidad medioambiental se basa en la educación de los jóvenes que constituyen el futuro del país.