La devastadora realidad del saneamiento en Liberia cuesta de asimilar. El país vive una de las crisis de salubridad más graves del planeta. Según el Programa Conjunto de Monitoreo (JMP) de UNICEF y la OMS, millones de personas carecen de acceso a instalaciones seguras, lo que compromete la salud y la dignidad de toda la población.
Liberia se encuentra entre los que presentan mayores tasas de defecación al aire libre: más de un tercio de los sus habitantes (33,9 %, unos 1,9 millones) no tiene otra opción que acudir a campos, playas o bosques. Además, casi 1 de cada 6 personas (el 15,7 %, unas 800.000) utiliza instalaciones precarias que no garantizan higiene. En conjunto, la mitad de la población carece de cualquier garantía mínima para realizar sus necesidades fisiológicas.
En las zonas rurales la situación es aún más dramática: 3 de cada 4 de los habitantes (el 74 %) no dispone de ninguna solución segura. Esto significa que unos 2 millones de personas siguen expuestas diariamente a condiciones insalubres.
El acceso al lavado de manos es igualmente devastador: 3 de cada 4 liberianos (72,8 %, unos 4 millones) no cuentan con instalaciones para realizar este acto básico de higiene con agua y jabón. En el ámbito rural, la cifra asciende al 83 %, prácticamente toda la población.
Las consecuencias se reflejan en las escuelas y los centros de salud: casi la mitad de los centros educativos carecen de acceso básico al agua potable y solo el 27 % dispone de servicios de saneamiento adecuados. En la atención sanitaria, apenas el 3 % de los centros cuenta con instalaciones adecuadas. Estas carencias alimentan la propagación de enfermedades transmitidas por el agua, infecciones hospitalarias, malaria, problemas respiratorios y malnutrición. Es la causa principal de que casi un tercio de los niños menores de cinco años sufra retraso en el crecimiento.
Las cifras de mortalidad son igualmente alarmantes: 73 niños mueren antes de cumplir los cinco años por cada mil nacimientos, y 628 mujeres por cada 100.000 partos fallecen por causas relacionadas con el embarazo o el parto. Liberia se sitúa así entre los países con mayor riesgo para madres y bebés, reflejo de graves carencias en salud, nutrición y saneamiento.
Estas cifras no son solo estadísticas: describen una realidad cotidiana que multiplica el riesgo de enfermedades, perpetúa la pobreza y limita el futuro de los más vulnerables. Además, muestran que sin alcanzar el ODS 6 (Agua y saneamiento) es imposible avanzar en el resto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Casi la mitad de los liberianos carece de instalaciones seguras y más de un tercio sigue practicando la defecación al aire libre. Las consecuencias son devastadoras para la salud infantil y materna, la educación y el futuro del país. © aristotle-guweh-jr
La alternativa SANTOLIC
El enfoque SANTOLIC (Saneamiento Total Liderado por la Comunidad) nació a comienzos de los años 2000 como adaptación del modelo internacional CLTS (Community-Led Total Sanitation), creado en Bangladesh y difundido por UNICEF en distintos países. Desde hace siete años, en la Fundación colaboramos con UNICEF en su aplicación. En el artículo La comunidad decide, la comunidad construye explicamos con detalle cómo este enfoque busca que las soluciones nazcan y se mantengan desde dentro de la comunidad misma. El objetivo es que las comunidades se organicen para eliminar la defecación al aire libre, apoyándose en la conciencia colectiva y la presión social como motores de cambio.
El saneamiento deficiente no es solo un problema de infraestructura, sino también de cultura, educación y sostenibilidad. Muchos intentos de instalar letrinas comunitarias han fracasado por falta de mantenimiento y apropiación local. En 2018, en la Fundación iniciamos una colaboración con UNICEF en Burkina Faso, logrando erradicar la defecación al aire libre en la provincia de Sissili. El éxito de la intervención demostró la efectividad del método y permitió establecer directrices nacionales con el Gobierno para ampliar los resultados.

La Fundación y UNICEF han iniciado un proyecto piloto en Liberia para impulsar el saneamiento rural mediante el modelo SANTOLIC y la creación de un ecosistema de saneamiento sostenible para mejorar la salud infantil y el empoderamiento de las mujeres.
Las dificultades para la sostenibilidad a largo plazo
En 2009, UNICEF lanzó el SANTOLIC en Liberia como estrategia nacional. Se activaron más de 3.200 comunidades, de las cuales 2.356 (74 %) fueron declaradas libres de defecación al aire libre (ODF). Se construyeron más de 38.700 baños domésticos, beneficiando a medio millón de personas.
Sin embargo, el progreso ha sido insuficiente: con la tasa actual de avance (0,48 % anual), se necesitarían casi 40 años para alcanzar el ODS 6. Además, las evaluaciones muestran dificultades para mantener los resultados ODF. Las letrinas construidas por los hogares suelen deteriorarse rápidamente: se derrumban, se inundan, carecen de ventilación y no son a prueba de moscas, lo que supone un freno para usar los inodoros de forma preferente a los arbustos.
Las comunidades también señalan la falta de materiales adecuados y la dificultad de acceder a financiación. La baja visibilidad de las oportunidades de mercado y la escasa capacidad empresarial impiden que las compañías amplíen su presencia en el sector. Con solo el 23 % de la población con acceso a saneamiento básico, existe un mercado potencial de más de 4 millones de usuarios y al menos 1 millón de retretes aún por cubrir.
Un proyecto piloto de largo alcance
En este contexto, la Fundación y UNICEF han iniciado un proyecto piloto en Liberia para impulsar el saneamiento rural mediante el modelo SANTOLIC, incorporando enfoques basados en la demanda y la participación del sector privado. El objetivo es analizar los obstáculos nacionales, aumentar la transparencia sobre las oportunidades de negocio y remodelar la dinámica de los mercados de saneamiento para llegar a los hogares más pobres con productos y servicios de calidad.
Un factor clave en este nuevo enfoque es la participación de las mujeres en las cadenas de suministro: desde la construcción y gestión empresarial hasta las ventas a domicilio de kits y componentes de saneamiento e higiene y de lavado de manos, cubos con grifo, recipientes de agua, jabones, desinfectantes, filtros y depósitos de agua, etc.
A través de programas de capacitación, activación de la demanda y comercialización, se busca que lideren visitas puerta a puerta y sesiones de venta en grupo, generando confianza y abordando necesidades específicas de saneamiento. Este enfoque no solo mejora el acceso, sino que también promueve la igualdad de género.

El camino hacia el saneamiento seguro es largo, pero con compromiso, innovación y participación comunitaria, Liberia puede transformar la esperanza en realidad y abrir la puerta a un mañana más justo.
El proyecto, con un horizonte de tres años, pretende garantizar la durabilidad de los resultados mediante indicadores y sistemas de seguimiento que orienten la toma de decisiones futuras. El cambio de comportamiento requiere tiempo, comprensión de las normas culturales y estrategias basadas en el conocimiento del comportamiento humano. La experiencia refuerza la necesidad de complementar el SANTOLIC con enfoques de mercado y soluciones técnicas duraderas.
El camino hacia el saneamiento seguro es largo, pero con compromiso, innovación y participación comunitaria, Liberia puede transformar la esperanza en realidad y abrir la puerta a un mañana más justo. Su ejemplo puede inspirar a otros países con mayores déficits de saneamiento e higiene a avanzar hacia el cumplimiento del ODS 6.
El camino hacia el saneamiento seguro es largo, pero con compromiso, innovación y participación comunitaria, Liberia puede transformar la esperanza en realidad y abrir la puerta a un mañana más justo.





