El tratamiento de las aguas residuales, un derecho inaplazable

© UN / Sophia Paris. En el pequeño pueblo de Jurve, Haití, varios niños se lavan en el río Artibonite: una fuente contaminada que ha provocado un brote de cólera, causando 250 muertos y afectando a más de 2.500 personas en la región de Artibonite en Haití

Protagonistas del Día Mundial del Agua de este año, las aguas residuales son una lacra que no nos podemos permitir. Su tratamiento y reutilización es un factor vital que debe llegar a todos los puntos del planeta, pues son letales para millones de personas, bloquean el acceso al agua de los más pobres y contaminan ríos, acuíferos y océanos. El próximo 22 de marzo, en una mesa redonda organizada por la Fundación We Are Water, cuatro expertos debatirán sobre este reto que inevitablemente tenemos que afrontar.

Las aguas residuales son el resultado de cualquier actividad humana que afecta a la calidad del agua. Después de usar el agua en nuestros hogares, fábricas y campos de cultivo, la devolvemos a la naturaleza con muy diferentes grados de deterioro en función de las instalaciones de saneamiento utilizadas y de los procesos de depuración a que las sometemos. Actualmente, según el Banco Mundial, más del 80 % de las aguas residuales generadas en el mundo vuelve al ecosistema sin ningún tipo de tratamiento. 

Estamos ante un grave problema que divide al mundo en dos grandes bloques: el de los países económicamente más desarrollados, que disponen de tecnología y recursos financieros para su recogida y tratamiento; y el de los más pobres, en los que amplias zonas urbanas y rurales no disponen de los recursos de saneamiento y depuración más básicos.

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© UN / Sophia Paris.

En el primer grupo de países, las aguas residuales se han considerado hasta ahora principalmente como un problema ambiental, que ha sido abordado con una amplia red de plantas depuradoras (EDAR) con el objetivo de devolver el agua a la naturaleza con un nivel de contaminación admisible. Este nivel lo ha marcado la legislación vigente, que ha ido evolucionando en función de la detección de nuevos contaminantes y de sus efectos negativos en la salud de las personas y de la flora y fauna afectadas. En estos países, los contaminantes emergentes (los recientemente detectados y que aún no están sujetos a legislación) son uno de los principales problemas en el proceso de depuración, que debe ser tecnológicamente efectivo y sostenible financieramente.

En este grupo de países económicamente desarrollados, no ha habido hasta ahora problemas de acceso y renovación del agua. Pero durante las últimas décadas, la sobreexplotación hídrica en algunas zonas, unida a lagunas en gestión administrativa y la amenaza tangible del cambio climático ha abocado a muchos países a cambiar radicalmente su estrategia y abordar la reutilización del agua  como un elemento clave para su futuro. Es el caso de muchos países mediterráneos europeos: alteración del régimen de lluvias, aumento de la temperatura, complejidad legislativa y competencial, e incremento del consumo de agua estival por el turismo. En estos países, entre los que se encuentra España, el agua ha dejado de ser un bien renovable y es demasiado escasa para ser utilizada una sola vez.

Un derecho humano inaplazable

En los países en vías de desarrollo el problema de las aguas residuales es mucho más grave y se sitúa de lleno en el marco de los Derecho Humanos. La abogada Aniza García, que fuera hasta 2012 miembro del Consejo Asesor del Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento, introduce las bases de este enfoque:

Vídeo

Aniza García, durante la mesa redonda Saneamiento: el motor del progreso que organizó la Fundación We Are Water en el Roca Madrid Gallery, con motivo del World Toilet Day 2016

Las cifras son muy duras y van más allá de la contaminación del ecosistema: al menos 1.800 millones de personas usan una fuente de agua contaminada por aguas fecales, poniéndose en riesgo de contraer el cólera, la disentería, el tifus o la polio. Esta situación, causada por deficientes infraestructuras sanitarias, así como la falta de higiene y de cualquier tipo de control sanitario, causa alrededor de 842.000 muertes al año. Como siempre, los niños son los más perjudicados: cada día, cerca de 1.000 mueren a causa de enfermedades diarreicas relacionadas con el consumo de agua en mal estado.

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© UN / Sophia Paris. 

Combatir esta lacra es clave para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. El objetivo 6 se centra en asegurar un adecuado y sostenible acceso al agua, reducir la proporción de aguas residuales sin tratamiento y aumentar el reciclado y la reutilización de agua sin tratar. Uno de los objetivos del este Día Mundial del Agua es concienciar al mundo que si no se cumple el Objetivo 6, no será posible lograr la mayoría de los otros objetivos: sin acceso al agua y al saneamiento no será posible erradicar la pobreza (ODS 1), ni el hambre (ODAS 2), ni lograr la salud (ODS 3), ni la igualdad de género (ODS 5), ni mucho menos lograr preservar la vida en los ecosistemas (ODS 14 y ODS 15).

En estos países, situados la mayoría de lleno en la zona subtropical, la amenaza del cambio climático hace aún más necesaria una acción internacional decidida en la ayuda hacia el desarrollo de infraestructuras eficientes de saneamiento y estrategias de reutilización del agua. Estos 1.800 millones de personas que viven rodeados de aguas residuales, necesitan la voluntad política e institucional para financiar proyectos de tratamiento y reutilización de aguas residuales como un factor imprescindible para su supervivencia. Para los más perjudicados, el acceso a la tecnología y la formación para el tratamiento del agua no debe ser otra barrera que añadir a su  dramática situación

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© UN Photo_A Rozberg. 

Un debate necesario

Es un reto complejo que implica ciencia, tecnología, concienciación y solidaridad. El próximo 22 de marzo, la Fundación celebrará el Día Mundial del Agua con un debate entre expertos en el complejo mundo del agua residual y su reutilización. Moderados porPedro Pablo García, actor y periodista, adjunto a dirección de EFE Verde, Carles Ibáñez Martí, miembro del Consejo Asesor para el Desarrollo Sostenible de Cataluña y del Grupo de Expertos en Cambio Climático de Cataluña, así como de la Global Research Alliance, Juan Mateo Horrach Torrens, profesor asociado de la Universitat de les Illes Balears, director de T.C.V. S.L.e ingeniero industrial en excedencia del Consell de Mallorca, Gonzalo Delacámara, consultor internacional en economía de los recursos naturales para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la Organización Mundial de la Salud-Organización Panamericana de la Salud (OMS-OPS), y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y Xavier Torras,director de la Fundación We Are Water, aportaran sus ideas y debatirán sobre este factor vital para la vida. Expondremos sus conclusiones en futuros artículos.  

El debate entra de lleno en los objetivos de la Fundación We Are Water, como explica Xavier Torras en este vídeo:

Vídeo

Xavier Torras, durante la mesa redonda Saneamiento: el motor del progreso que organizó la Fundación We Are Water en el Roca Madrid Gallery, con motivo del World Toilet Day 2016.