La India, el gran reto del saneamiento

Con motivo del World Toilet Day, la Fundación We Are Water organizó “Saneamiento para todos. El sueño de Ghandi y el reto de la India”, un debate en el que se expusieron los objetivos del programa SWACHH Bharat.

El gigante asiático muestra la escala planetaria del problema del saneamiento.

La instalación de aseos debe ir acompañada de participación comunitaria, justicia y, sobre todo, educación.

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La India es un país de unas dimensiones humanas descomunales. Es la segunda nación más poblada del mundo, con más de 1.200 millones de habitantes, de los que 377 viven en ciudades. Posee una extensión de 3.287.595 km2 de con selvas, desiertos, glaciares y enormes conglomerados urbanos, con una climatología de grandes contrastes y que es también una de las más amenazadas por el cambio climático. Es un país con una geografía humana y económica de enormes desigualdades y un crisol fascinante de culturas.

Consecuentemente, los problemas también se presentan a una escala superior, y el más significativo es el del saneamiento: más de ocho millones de hogares no tienen instalaciones de aseo. Ésta es la causa de que sea el país con el mayor número de personas que practican la defecación al aire libre: alrededor de un 600 millones en 2014.

El gobierno de la India se ha propuesto acabar con esta indignidad que tiene un alto coste higiénico y económico. Es el programa SWACHH Bharat: acabar con la defecación al aire libre en 2019. El año coincide con el 150 aniversario del nacimiento del padre de la independencia del país, el Mahatma Gandhi, de quien precisamente proviene uno de los aforismos más famosos en el mundo del agua: “El saneamiento es más importante que la independencia”.

La India es pues una de las grandes referencias cuando hablamos de saneamiento. Así lo ha querido reflejar la Fundación We Are Water con motivo del World Toilet Day del pasado 19 de noviembre con la celebración en el Roca Barcelona Gallery de la mesa redonda “Saneamiento para todos. El sueño de Ghandi y el reto de la India”, un título que refleja el espíritu del programa SWACHH Bharat que fue la gran referencia del debate.

Se dieron cita invitados de excepción y conocedores muy cercanos de la situación en el gigante asiático: Vikram Misri, embajador de la India en España; Gour Saraff, director general de la Cámara de Comercio Europea de India; María Vallés, Directora de Desarrollo Corporativo en la Fundación Vicente Ferrer; Anupama Kundoo, arquitecta y profesora en la Universidad Camilo José Cela de Madrid; Bharati Chaturvedi, escritora, especialista en medio ambiente y fundadora y directora del Chintan Environmental Research and Action Group; y Xavier Torras, director de la Fundación We Are Water. El debate contó con Ramón María Moreno, director general de Casa Asia, como presentador y moderador.

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Más allá de la letrina: seguridad y educación.. y agua limpia

La envergadura del reto del programa SWACHH Bharat quedó patente en la intervención de Vikram Misri. ¿Cómo abordar un problema que afecta tanto a los núcleos urbanos como a los rurales y está directamente relacionado con la necesidad de infraestructuras? Para Misri es preciso “aumentar la capacidad de las instituciones locales y también contar con las iniciativas privadas a través de los programas de responsabilidad social corporativa de las empresas” pues el coste del programa se estima en 10.000 millones de dólares para instalar los 120 millones de aseos previstos. Los esfuerzos ya han comenzado y entre abril de 2014 y enero de 2015 se habían construido 3,1 millones de inodoros.

Pero lógicamente la mera instalación de aseos no soluciona el problema, hay que tener en cuenta que el inodoro es el comienzo de un ciclo de circulación de residuos fecales que precisan de alcantarillado, seguridad no contaminante, y tratamiento de las aguas residuales. Hay también un aspecto fundamental en el que radica la consecución de la sostenibilidad de las acciones realizadas: la educación. “Sin educación no se puede garantizar ni el uso adecuado de las instalaciones ni su mantenimiento. Es imprescindible instaurar programas educativos en las más de las 4.000 núcleos municipales del país”, afirmó Misri.

El embajador de la India acabó destacando la importancia que tiene para su país lograr los objetivos del programa que aspirar a mejorar la salud de las personas y reducir el altísimo coste medioambiental del problema. La implicación del Primer Ministro de la India en el proyecto es, para Misri, una demostración fehaciente de esta importancia.

Xavier Torras, director de la Fundación We Are Water secundó las palabras del Vikram Misri y situó el problema de la India como paradigmático en el contexto de los objetivos mundiales de saneamiento: “En la India existe un auténtico reto administrativo y de gestión, ya que es un país enorme y es un ejemplo a escala mundial. El problema del saneamiento afecta a 2.500 millones de personas en todo el mundo. En los Objetivos del Milenio se se ha conseguido mejorar en el suministro de agua, ya que en 2005 estábamos por encima de los 1.000 millones de personas sin suministro adecuado y ahora estamos alrededor de los 700 millones. En el caso del saneamiento no ha sido así: ahora existen 2.500 millones de personas sin saneamiento adecuado de los más 7.000 que somos en el planeta y éste es un problema grave”.

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Sin participación, calidad y educación de poco sirven las letrinas

La dimensión social del reto de proporcionar saneamiento digno queda de manifiesto en el trabajo de la Fundación Vicente Ferrer en Anantapur. María Vallés dejó bien claro cuáles son las condiciones para que la implementación de aseos cumpla sus objetivos y apoyó sus razones con la experiencia del inmenso trabajo que lleva realizando la Fundación que siempre ha tenido la ecología y la vivienda como pilares de su trabajo: “Es imprescindible la participación de la comunidad y la calidad de las instalaciones. Sin calidad no hay sostenibilidad, pues las letrinas dejan de utilizarse, y la participación es la base para que la educación, también imprescindible, logre cambiar los comportamientos hacia un uso adecuado de los aseos que es muy desigual entre géneros y edades”.

Vallés resaltó la colaboración con la Fundación We Are Water en los proyectos de la India con la Fundación Vicente Ferrer y citó en concreto la participación en el programa SWACHH Bharat: “Construiremos 100.000 letrinas, de las que la Fundación We Are Water nos proporciona 40.000. A día de hoy han llegado 18.700 y ya hemos instalado 200”.

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La letrina del futuro necesita innovación

María Vallés insistió en la importancia de la investigación en la búsqueda de nuevos materiales y sistemas de aseo que permitan producir energía y fertilizantes, y que no precisen agua. La arquitecta Anupama Kundoo entró de lleno en el tema. Como experta en nuevos materiales y sistemas de integración de soluciones de eficiencia energética y del uso del agua, la especialista india resumió algunos aspectos fundamentales del reto tecnológico en el diseño de los nuevos aseos: “En la India tenemos la oportunidad de reinventar los aseos, introduciendo conceptos nuevos como la obtención de biogas y fertilizantes sin tener que acudir a las tradicionales letrinas con flujo de agua. También hemos de repensar los materiales, encontrando soluciones que sean fáciles para mejorar los aseos y obtenerlos con recursos muy reducidos”.

También la innovación debe extenderse a los aspectos económicos. ¿Es posible convertir el despliegue de letrinas en una fuente de ingresos para la comunidad? Para Gour Saraff las soluciones para los problemas de saneamiento en la India tienen que ser varias y hay que hacerse unas preguntas básicas ¿Quién va a ser el responsable? ¿Quién va a mantener las instalaciones?

Para el director general de la Cámara de Comercio Europea de India existen soluciones inspiradas en el pensamiento del economista C.K. Prahalad, padre del concepto de “la fortuna en la base de la pirámide” quien sugiere que, pese a que se trata de un mercado todavía inexplorado, el potencial de consumo del sector más pobre de la población mundial será clave en el desarrollo de estrategias de negocio en el futuro.

Saraff explicó que en la India es preciso movilizar a muchos actores: ONGs, instituciones locales y asociaciones, pero también empresas privadas que puedan obtener rentabilidad: “En la India hay una estructura social y política compleja. Es preciso involucrar a todos para tener alguna posibilidad de éxito, y crear negocio puede ser una buena estrategia”. Y explicó un ejemplo de aplicación de la teoría de Prahalad en Kenia, donde la instalación de letrinas ha dado pie a un negocio en la recogida de residuos para producir fertilizantes biológicos. “Si esto se realiza en una zona donde existan cultivos biológicos, los agricultores estarán interesados en este tipo de fertilizante y la actividad puede ser rentable para todos; para los usuarios de las letrinas, la empresa de transporte y la planta de tratamiento”.

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Tecnología sí, pero barata y descentralizada

En la India todas las cifras son de vértigo, las de los residuos consecuentemente también. En todo el país se producen más de 70 millones de toneladas de desperdicios al año. En una economía creciente que atrae a las empresas, aumentando el consumo y disparando el crecimiento, las perspectivas de generación de residuos llegan a ser alarmantes.

De esta problemática medioambiental y de su perspectiva social habló Bharati Chaturvedi, quien señaló que las soluciones pasan por tener en cuenta el concepto de justicia ecológica: “Hay que desarrollar capital humano para crear justicia más allá de la limpieza del entorno. Los pobres siempre viven en los peores sitios y tienen el agua en peores condiciones. También son los más vulnerables a las tormentas e inundaciones”.

Chaturvedi abordó seguidamente el problema del tratamiento de residuos. En la India, de la enorme cantidad de desperdicios viven dos millones de personas que los recogen manualmente. Estas personas tienen un trabajo informal, como el 92% de los empleos en el país. Pero su labor realiza una importante prevención: evita que buena parte de estos residuos se vierta en los ríos y contamine el subsuelo. Pero ¿Cómo hacer que este trabajo sea justo y mejore tanto la vida de los que lo realizan como la limpieza del entorno? Para la fundadora del Chintan Environmental Research and Action Group la solución pasa por trabajar con una fuerte implicación comunitaria y por la adopción de las tecnologías adecuadas: “Se necesita capital humano para reciclar, gente que trabaje a nivel del vencindario y de la comunidad, y estas personas deben utilizar tecnologías a su alcance. Estamos de acuerdo en que la tecnología no es la solución, pero la necesitamos; la condición es que no sea cara y que esté descentralizada. Éste es un gran reto, sobre todo de cara al cambio climático”.

El debate mostró la gravedad del problema, pero también la enorme fuerza con que nacen y se desarrollan soluciones como las del programa SWACHH Bharat. Participación comunitaria y educación son la base de cualquier acción innovadora de éxito en cualquier problema social, y el del saneamiento es un ejemplo paradigmático. La cita de Gandhi que recordó Gour Saraff resume una filosofía que todos debemos tener en cuenta: “Sé el cambio que quieres que el mundo sea“. Cada uno de nosotros tenemos que estar involucrados.

SOBRE LA FUNDACIÓN WE ARE WATER

La Fundación We Are Water, impulsada por la empresa Roca, tiene como objetivos, por un lado, sensibilizar a la población en general y a las administraciones sobre la necesidad de fomentar una nueva cultura del agua en el mundo y, por otro, paliar los efectos negativos relacionados con la falta de recursos hídricos, mediante el desarrollo de proyectos de cooperación y ayuda junto a diversas organizaciones como Educación Sin Fronteras, Fundación Vicente Ferrer, Intermón Oxfam y Unicef.