Las ciudades a nivel internacional y en particular en Latinoamérica y  el resto de países en vías de desarrollo están sufriendo un crecimiento de población acelerado, generando una presión sobre las infraestructuras que definen las capacidades de las ciudades y que en la mayoría de los casos las sobrepasa. 

El proyecto Smart Water comenzó focalizando en las ciudades como punto principal del estrés hídrico actual. Bajo este enfoque, las jornadas tratan de  aportar una visión transversal en las ciudades, generando espacios comunes de diálogo entre el mundo del agua y el mundo de la arquitectura, la tecnología y el diseño.

Durante las conferencias, se estimula el conocimiento mutuo y la cooperación entre el gran regulador y los grandes operadores de agua. Esta aproximación se aborda desde las diferentes capacidades que ofrecen la arquitectura, la tecnología y el diseño para ayudar en todo este proceso. En consecuencia, se amplifican los esfuerzos entorno a la  gestión del agua con el fin de optimizar proceso y gestión. 

La arquitectura, la tecnología y el diseño influyen en la vida de las personas a través de los edificios, espacios urbanos, etc., zonas de alta importancia en la sensibilización del ciudadano sobre el uso del agua.